Acción realizada en mi hogar el 2 de agosto del 2020, inspirada en los métodos de tortura de la inquisición católica y los métodos de confinamiento en la producción ganadera. La acción ocurre en una habitación forrada completamente con las cajas de alimento del gobierno, que arma negociados hasta con el hambre del pueblo, disfrazando este aprovechamiento con la imagen del padre que provee. Esta acción me hace muchísimo más sentido hoy, en contraste con  la amenaza de desabastecimiento por parte de los camioneros la semana recién pasada y la huelga de hambre de los presos políticos mapuche que ya cumple 63 días (6 de septiembre del 2020).

Videoperformance junto a mi compañero Dinko Covacevich.

Registro: Ariel Guerrero.

Montaje: Andrés Valenzuela.

Ambientación sonora: Javier Leria.


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